Para asegurarse que no los engañaran, tomaron muestras de los charcos de sangre que había adentro y afuera de la casa y las enviaron a un laboratorio para hacer una prueba de ADN y así comprobar sus identidades. El laboratorio les entregó una lista de nombres y apellidos que relacionaba al ADN de la sangre con cada uno de los cadáveres, pero se encontraron con una sorpresa. Había sangre de un cadáver que faltaba. El laboratorio les dijo que esa sangre correspondía a Boris Petrov un ruso que había trabajado para la KGB pero que hacía años que había desaparecido sin dejar rastro. Los gemelos juraron encontrarlo y matarlo.
Poco después que los gemelos se despidieron de los otros que habían asistido a la reunión, un gigante de dos metros los interceptó en la calle, vistiendo un abrigo negro que llegaba hasta el suelo, en pleno verano. Era el guardaespaldas de Genaro. Mostrándoles un arma bajo el abrigo los invitó a subir a la limusina.
Después de subirse, el guardaespaldas cerró la puerta y se dieron cuenta que adentro hacía frío, pues el aire acondicionado siempre mantenía la temperatura a ocho grados Celsius. Vestidos con ropa de verano, los gemelos sintieron el frío en sus cuerpos cuando se sentaron frente a Genaro, quien les apuntaba con un arma, con el dedo en el gatillo, debajo de su abrigo. Seguía siendo el único canal de comunicación con el Gran Coordinador. No los saludó, no se movió y permaneció mirándolos en silencio, casi un minuto, hasta que habló.
—Bambinos. El Gran Coordinador no quiere violencia. ¿Capisci? No ahora que la prioridad es sacar al intruso de la Casa Blanca. El presidente John MacDoe es un intruso, un mal hablado, una piedra en el zapato. El problema es que la economía está muy bien y seguro que saldrá reelegido. No lo podemos permitir. Por ahora, olvídense de vengar la muerte de su padre —dijo Genaro.
—¿Cuál es el problema? Yo, vengo a mi padre; tú, sacas al intruso. ¿En qué topamos? —preguntó Flavio desafiante.
—¡No es el momento de hablarme así, bambino! ¡Eres más testarudo que tu padre! ¿Cuál es la urgencia de esa venganza? ¿Aun no aprendes que se sirve en plato frio? Lo importante ahora es sacar al intruso de la Casa Blanca y para ello iniciaremos una pandemia. Liberaremos un virus muy contagioso que provocará el colapso de la economía en todo el mundo y también en los Estados Unidos —dijo Genaro.
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