En aquel entonces no sabíamos cosas fundamentales, pero ahora están en el libro. Como queremos que llegue a las masas, no puede ser un ensayo en un estilo académico. Creo que debería ser un manual práctico, quizás el libro de respuestas a las preguntas de un juego educativo que se pueda jugar con los amigos y la familia. Me hubiera encantado jugar un juego así cuando tenía trece años. Las metáforas de futbol ha sido una idea genial. Gracias Diego, por esa de que “no se puede patear un penal sin pelota” —dijo Ronald.
—No. Por favor. Gracias a ti —respondió Arturo.
—El libro ha madurado y sólo falta pulir algunos detalles. Recordemos que sobrevivirá a nuestra generación y será leído en un futuro lejano incluso en otros planetas —dijo Ronald.
—¿Quién aparecerá como autor del libro? —preguntó Yellow.
—El muerto —dijo Boris en su humor ruso.
—Tendríamos que inventar la historia de que los padres de Ronald encontraron el libro sin publicar en su dormitorio o algo así. ¿Estarían de acuerdo tus padres? —preguntó Alexandre.
—No estoy seguro si van a querer avalar esa historia. Es comprometerlos demasiado pues serían ellos los que deberían autografiar el libro o dar charlas para promoverlo. Tal vez el autor debería ser Diego, que siendo el más famoso de todos y muy admirado por los niños puede ayudar a que se venda más —dijo Ronald.
—Es cierto que los chicos de barrio me quieren porque soy como ellos, pero no creerán que soy el autor de un libro de filosofía, aunque esté escrito en palabras sencillas, por eso prefiero permanecer anónimo. Tampoco me siento tan bien preparado como Alexandre para responder preguntas en una charla para promoverlo. Además, los medios me han tildado de ignorante y nunca creerían que lo escribí. Se presta para un escándalo y puede salir el tiro por la culata. Estoy de acuerdo con Ronald de que tiene que ser un manual y la idea de que sea un manual de respuestas a las preguntas de un juego educativo me parece genial. Otra cosa que hay que considerar, mi vida afuera del campo de futbol no ha sido ejemplar. Yo hice mi aporte en las reuniones filosóficas y me siento satisfecho con eso. Si no es Ronald, debería ser Alexandre, quien fue el que más trabajó cuando hacíamos las reuniones filosóficas. Además, él ya es conocido públicamente como el filósofo del futbol —dijo Arturo, mirando a Alexandre.
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