ACTO I - CAPÍTULO 18

CÓDIGOS EN BARCELONA

Martes 27 de febrero de 2018

Barcelona ​​España

El día estaba soleado, la brisa suave y la temperatura agradable. Los conos rojos que usaban en los entrenamientos contrastaban con el verde del césped y los petos amarillos con las camisetas del club. Esa mañana entrenaron la táctica “defensa de zona”. Había que marcar al rival que tenía el balón y los atacantes hacían un pase de pared para entrar a la portería por el medio. Los defensores cubrían el área en triángulos defensivos. El ejercicio les había ayudado a desarrollar la visión periférica sin perder de vista la pelota.

Mientras se secaba en el camerino, Alexandre pensó en el siguiente sobre verde que le había dejado Ronald. Cuando llegó a su apartamento lo abrió y leyó.

¿Quién eres?, pensó, “Creo que Ronald tocó el tema antes.”

 Revisó los apuntes que no estaban totalmente ordenados y efectivamente había tocado el tema antes. Pero ahora se enfocaba más en detalle haciendo esa pregunta.

127

La primera respuesta que vino a su mente, sobre todo después de saltar en paracaídas, fue de que él era mortal. Luego leyó las notas de Ronald que había preparado para esa ocasión y que aún no había leído. ¿Quién eres? Aristóteles, decía que el alma del hombre era su razón y dejaba de existir cuando moría su cuerpo físico; Platón, decía que el alma del hombre existía separada del cuerpo físico, en otra dimensión, y reencarnaba en un nuevo cuerpo físico, vida tras vida. El yo de Aristóteles, era mortal; el de Platón, inmortal. Eran dos maneras contradictorias de responder la pregunta, ¿quién eres? Aunque la humanidad siempre había tenido dudas, lo que estaba claro era que no se podía ser mortal e inmortal al mismo tiempo; la reencarnación, no podía existir y no existir al mismo tiempo; Dios, no podía existir y no existir al mismo tiempo; la vida después de la muerte, no podía existir y no existir al mismo tiempo. A era A.

Después de mucho reflexionar, concluyó que elegir vivir la vida como mortal o inmortal era una decisión personal, pero como cualquier elección, una vez tomada tenía consecuencias absolutas. La peor opción era elegir no elegir, pues evadir producía los peores resultados.

Al salir del camerino, Alexandre leyó las noticias y vio que tenía un mensaje de Victoria: «TE AMO». Recordó el viaje de Manchester a Cambridge en la suite del lujoso tren. Siempre habían querido hacer el amor en un tren en marcha.

«LA TENSIÓN NUCLEAR CONTINÚA. COREA DEL NORTE AMENAZA A JAPÓN CON BORRARLO DEL MAPA», leyó en la pantalla de su celular.

En ese momento recibió un mensaje. «SIROB: 6:00 p.m.»

Se reuniría con él más tarde. Después de avanzar en el libro, Alexandre se dirigió al café con su sudadera, capucha y gafas de sol. Cuando entró vio que Boris estaba en la mesa del fondo.

—Descifré el mensaje de Ronald —dijo—, está escrito en español.

—¿Qué dice?

—Códigos-en-pendrive —respondió Boris y explicó que las letras del mensaje estaban corridas a la siguiente del alfabeto.

128

—Ahora que lo dices parece fácil —dijo Alexandre tras comprobarlo y le preguntó— ¿Qué crees que significa?

—Sospecho que Ronald descubrió algún tipo de código, posiblemente militar, relacionado con algún tipo de operación a gran escala.

—¿En qué evidencia te basas para decir eso?

—Mis amigos hackers grabaron una reunión secreta de La Familia —dijo sacando su celular y activando el audio.

—¿Qué es La Familia? —preguntó Alexandre.

—Es una sociedad secreta —respondió Boris.

—¿Una secta?

—No exactamente, aunque el control mental es el mismo. Podría decirse que han copiado algunos de sus métodos de los masones y otras sociedades secretas similares, pero esta, aunque tiene una base saludable, está dirigida por psicópatas criminales.

—¿Qué dicen en la reunión?

—Ponte los auriculares —dijo Boris y Alexandre escuchó.

«GC SE ALEGRA DE QUE LOS CÓDIGOS SIGAN SEGUROS; DE LO CONTRARIO, HABRÍAMOS TENIDO QUE ESPERAR VEINTE AÑOS MÁS PARA CREAR EL MISMO FINAL QUE ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA. RENACEREMOS DESDE LAS CENIZAS DESPUÉS DE VER LOS FUEGOS ARTIFICIALES DESDE EL SUR. LA GENTE ROGARÁ QUE LES PONGAMOS LAS CADENAS PARA CONSTRUIRLES EL MUNDO A SUS HIJOS».

—¿Qué opinas? —preguntó Boris.

—Suena apocalíptico. ¿A qué se refieren de que “los códigos sigan seguros? ¿A los códigos en el pendrive? —preguntó Alexandre.

—No lo sé, pero si Ronald te envió ese mensaje, sabía de la existencia de unos códigos y tal vez sean los mismos códigos que se refieren en esa reunión. Si es así, es probable que Ronald sabía que estaban en algún pendrive.

—Pero podrían referirse a cualquier otro código. ¿Como saberlo? —preguntó Alexandre con escepticismo.

—¿Quién es el detective aquí? —preguntó Borís—. Sé diferenciar una pista de un absurdo, pero a veces las pistas más absurdas resuelven el caso —añadió.

129

—¿Qué crees que hay en esos códigos? —preguntó Alexandre.

—No lo sé, pero por lo que dicen en la grabación, es obvio que están relacionados con algún evento que La Familia quiere producir para cambiar el mundo —dijo Boris.

—En la grabación dicen que van a renacer desde las cenizas y que la gente rogará que le pongan cadenas para construirle el mundo a sus hijos. ¿A qué se refieren? —preguntó Alexandre.

—Aun no lo sé, pero sospecho que es algo grande.

 —¿Algo así como el 11 de septiembre en Nueva York?

—Tal vez —dijo Boris y agregó—. Mira, ahora no se los detalles, pero están aplicando la vieja receta: problema, reacción, solución. Los gobernantes, para imponer algo que los gobernados no aceptarían en condiciones normales, primero crean un problema artificial para que los gobernados reaccionen. Los gobernados reaccionan y exigen a los gobernantes que les den la solución. El gobernante les da la solución y, al hacerlo, el gobernado acepta lo que nunca habría aceptado sin el problema. Lo que los gobernados no saben es que el problema fue creado artificialmente por los gobernantes para producir una reacción esperada que le conviene a los gobernantes, no a los gobernados. Un ejemplo puede ser el cambio climático o una futura pandemia para reducir la libertad de los gobernados. Saben cómo inclinar la cancha usando topología psicológica. La democracia y el libre comercio, con un sistema financiero deshonesto o sanciones económicas imperialistas, son una ilusión —dijo Boris.

—¿Como los que fabrican virus para vender antivirus?

—Bueno, eso es algo menor, pero el principio es el mismo: problema, reacción, solución. Sospecho que fabricarán un gran problema artificial que producirá una gran reacción para que la gente exija una gran solución que los gobernantes ya tienen diseñada de antemano. Tengo varias hipótesis, pero debo investigar más. Lo que te puedo asegurar es que será grande —dijo Boris y preguntó a continuación—, ¿estás seguro de que Ronald no trabajaba para el MI6?

—¿MI6 te refieres al servicio secreto británico?

—Sí.

—Seguro —contestó Alexandre y pensó, “Sería increíble que me lo hubieras ocultado.”

130

—No estamos seguros para quien trabajaba Ronald, pero el hecho es que se confirmó que Bolt era el mejor hacker del mundo y trabajaba como contratista independiente para varios servicios secretos, incluyendo el MI6. Quizá Ronald trabajaba como hacker allí, y por ahí se enteró de la existencia de Bolt, porque mantenía su identidad en absoluto anonimato. Además, Ronald era británico, ¿verdad? —preguntó Boris.

—Sí, nació en Londres, pero no creo que trabajara en el MI6.

—¿Ronald te habló de La Familia?

—No.

—Bueno, en fin, el caso es que Ronald sabía de la existencia de los códigos. No hay que descartar que trabajara para algún servicio secreto, o quizás perteneciera a La Familia.

—¿Que perteneciera a una secta secreta de asesinos? Boris, estas yendo demasiado lejos con tus especulaciones —dijo Alexandre y en su mente empezó a escarbar algo en sus recuerdos, “¿CIA? ¿MI6? ¿Códigos en pendrive? Estuvo a punto de pedirle a Boris que encontrara el pendrive para descifrar el misterio, pero se contuvo pues era absurdo. ¿Dónde lo buscaría?

Poco después se despidieron y cuando regresó a su apartamento leyó la noticia en su celular:

«ATAQUE TERRORISTA EN ESTADIO DE MANCHESTER DEJA MÁS DE 80 MUERTOS».

131

Una Mente Excepcional, por Charles Kocian. Copyright 2024. Todos los derechos reservados.

Translate »